Desde que me acogiste bajo tu cálido amparo y tu sabiduría y bondad comenzaron a guiarme, mi existencia parecía comenzar a cobrar sentido. Pero ahora, súbitamente, sumido en esta oscuridad infranqueable, siento zarandearme al borde de la locura, serpeando miserablemente sobre un ondulante y enfermizo filo del cual podría caer en cualquier momento, a un abismo del que no sé ni si, siquiera Tú, podrías rescatarme...
Te he fallado, Madre, me he fallado a mí mismo, pero lo que más duele y más desquicia, he fallado a mis amigos, a aquéllos que confiaban en mí... Oh, Sam... He dispuesto de sus vidas como algo vano y eso es algo que resulta difícil de perdonar. Siento perderme en un laberinto fangoso, hundirme en unas lóbregas marismas, azotado por el miedo y la incertidumbre.
Sira, guíame, guíame como sólo Tú puedes hacer, demuéstrame que aún puedo confiar en mí, que la sombra no me ha consumido... devuélveme la esperanza... que tu amor sea mi cordura y tu justicia me dé fuerzas allí donde éstas hace tiempo desaparecieron...
2 comentarios:
Son momentos oscuros para todos. Pero no os preocupéis, seguro que tras esa esquina está la salida a la superficie.
O no...
Asquerosos túneles de la infraoscuridad... hacen que nuestros sentidos se entumezcan y surjan los miedos y las dudas...
¡Ten fe, Mornan (Star)! ¡Sira nunca abandona a sus hijos en horas de necesidad!
¡Me alegro de que por fin te hayas animado a escribir!
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