jueves, 25 de marzo de 2010

De Sira y Mornan

Sira... Mi Luz... qué me ocurre... Turbulentos pensamientos azotan mi conciencia, largo tiempo hace que el sueño dejó de suponer descanso...

Desde que me acogiste bajo tu cálido amparo y tu sabiduría y bondad comenzaron a guiarme, mi existencia parecía comenzar a cobrar sentido. Pero ahora, súbitamente, sumido en esta oscuridad infranqueable, siento zarandearme al borde de la locura, serpeando miserablemente sobre un ondulante y enfermizo filo del cual podría caer en cualquier momento, a un abismo del que no sé ni si, siquiera Tú, podrías rescatarme...

Te he fallado, Madre, me he fallado a mí mismo, pero lo que más duele y más desquicia, he fallado a mis amigos, a aquéllos que confiaban en mí... Oh, Sam... He dispuesto de sus vidas como algo vano y eso es algo que resulta difícil de perdonar. Siento perderme en un laberinto fangoso, hundirme en unas lóbregas marismas, azotado por el miedo y la incertidumbre.

Sira, guíame, guíame como sólo Tú puedes hacer, demuéstrame que aún puedo confiar en mí, que la sombra no me ha consumido... devuélveme la esperanza... que tu amor sea mi cordura y tu justicia me dé fuerzas allí donde éstas hace tiempo desaparecieron...

2 comentarios:

Kineas dijo...

Son momentos oscuros para todos. Pero no os preocupéis, seguro que tras esa esquina está la salida a la superficie.

O no...

InsertCoin dijo...

Asquerosos túneles de la infraoscuridad... hacen que nuestros sentidos se entumezcan y surjan los miedos y las dudas...

¡Ten fe, Mornan (Star)! ¡Sira nunca abandona a sus hijos en horas de necesidad!

¡Me alegro de que por fin te hayas animado a escribir!