Cuando vió caer a Sir Drognak, Gery, tuvo que hacer un esfuerzo por no gritar. Negel era mucho más poderoso de lo que le habían supuesto y eso que siempre estuvieron seguros de que se trataba de una mala bestia.
La rabia la indundó hasta un nivel al que nunca había pensado que llegaría y su respiración se volvío cada vez más entrecortada. Sabía que lo que debía hacer era ir contra ese cabrón aunque su vida le fuera en ello, lo cual sería lo más probable, pero... había algo que se lo impedía. La cabeza le ardía y no podía pensar, odiaba cuando le pasaba eso.
En ese preciso instante, Mornan, la sacó de su ensimismamiento:
- Entonces, ¿qué? Vamos, ¿no? - dijo mientras miraba a Sam. Gery no pudo más que sonreir, ese entrañable mamonazo aún conseguía sorprenderla después de los años.
- Mornan... No.
- Pero... Sam...
- ¡No, Mornan!
Gery miró a Sam a los ojos y esta le devolvió la mirada y ambas descubrieron que pensaban lo mismo. En sus ojos, vidriosos por las lágrimas contenidas, había la misma rabia y el mismo dolor, la misma desesperación, pero también la misma duda que en los de Gery. Las dos miraron a Mornan y los tres se dieron cuenta de lo que había que hacer. Siempre había pensado que su final habría de ser en un campo de batalla como aquel, rodeada de sus compañeros, y no en una cómoda cama, como la remilgada señorita que su padre habría querido que fuera.
Por encima del estruendo de la batalla y del incesable cacareteo de Wurden, al cual llevaba ignorando un rato, aunque no sabría por cuanto tiempo más podría seguir haciéndolo, escuchó la voz de Yank "...Javea...". Sólo eso bastó para que se decidiera de una vez. Pensó en toda la gente a la que iba a decepcionar: sus amigos, sus hermanos Aaron y Renly... Renly. Renly, quien más confiaba en ella, quien había dado su vida por salvar la de ellos. Las lágrimas empezaron a correr por sus mejillas manchadas de sangre, sudor y polvo mientras un grito gutural y desesperado surgía de lo más profundo de sus entrañas. Miró a Sam por última vez y mascullando un sonoro "¡Joder!" bajó la cabeza, mientras salía en pos de Mornan sin mirar atrás.
Con cada paso pensaba más en Renly y en la última vez que le vió. Fue en el bosque, cuando iban en busca de Javea. Su hermano luchaba para que ellos pudieran escapar y salvar a su amiga. "¡Gery! ¡Protege a Javea!" esas fueron las últimas palabras que le oyó pronunciar y vaya sí iba a cumplirlas, aunque le fuese la vida en ello. Ya se había enfrentado a Kelgar en su momento por esas palabras y aunque no salió bien parada lo volvería a hacer mil veces. Ahora era más fuerte y cada vez lo sería más. Puede que después de todo, Renly, aún no estuviera decepcionado.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Aún escucho a Wurden desde aquí.
"Gigante nos mata a nosotros, Drognak mata a gigante, Negel mata a Drognak.
¡Creo que es un silogismo bastante claro!"
Blablablabla...
En cualquier caso, tomasteis la decisión correcta.
:P
Me parece MUY fuerte que despues de todo el speech que os solte, en tu post no se mencione mi nombre ni una sola vez, ni para decir alguna cobardia o algo asi...
Si no fuera por mi, ya estariais abonando la hierba del prado.
(que alguien saque el gong y lo arree por esa ultima frase)
Ay... chusmón, chusmón... Sí que apareces, en el quinto párrafo. A ver si leemos mejor que ya tienes una edad :p
Además de viejo, ciego.
Sería interesante que escribieses un post viéndolo desde tu punto de vista.
Y ya si lo hiciese Mornan sería la leche.
xD
Por cierto, sois unos jodidos, en los post que escribimos Andrés o menda nunca comentáis...
Totalmente de acuerdo con lo último que ha dicho K en su último comentario. Cabrones.
Tremendamente bueno el silogismo de Wurden, creo firmemente que deberíamos anotarlo como frase mítica.
¡Bien por escribir, Lena, tienes que seguir haciéndolo!
PD: y es cierto, mi buen Chulk, sí que apareces. Ten en cuenta que si hubiera tenido que transcribir todo lo que dijiste, no habríamos podido terminar de leer el post en unos 5 días, más o menos.
Publicar un comentario