martes, 13 de octubre de 2009

Alana Leenda "Estoque" V

Se despertó sobresaltada y envuelta en sudor. Apenas un segundo más tarde, su arma apareció en la mano y apuntó a las sombras que formaban la hoguera.

Silencio.

- Mierda.

Dejó su estoque en el suelo, pegado a su cuerpo y se acomodó entre las pieles que formaban el saco en el que dormía. Apenas había podido dormir desde el día en que degolló a Kormak; horribles pesadillas de fuego y odio asaltaban su sueño haciendo de cada noche un descenso a los infiernos. Sólo por estos sueños, se dijo, merecía la pena haber acabado con el sacerdote.

Cerró los ojos y, una noche más, soñó fuego.

No hay comentarios: